La penicilina es un bactericida perteneciente a la familia de los antibióticos betalactámicos, los cuales comparten la generalidad de poseer como núcleo un anillo central de beta-lactama. Hoy, a casi 94 años de su descubrimiento, nos detenemos a explorar la creciente en los porcentajes de pacientes que se etiquetan como alérgicos a la penicilina sin contar con un diagnóstico previo que lo asegure. Pero… ¿por qué surgen diagnósticos erróneos? Normalmente, la elección del antibiótico adecuado es guiada por el historial de alergias del paciente. En el caso de la penicilina, es común evitar su prescripción a aquellos pacientes que cuentan con un evento previo del tipo alérgico con la finalidad de prevenir una reacción severa asumiendo la existencia de una verdadera alergia a este antibiótico. Sin embargo, más del 95% de los pacientes catalogados como alérgicos a la penicilina han resultado ser tolerantes a esta clase de medicamentos.
¿Cuáles son las reacciones adversas que pueden ser desencadenas por la penicilina? Las reacciones pueden ser clasificadas entre inmediatas y no inmediatas dependiendo del tiempo de aparición de los síntomas. Los signos y síntomas de una alergia a este antibiótico suelen ser inmediatas y aparecer dentro de una hora después de haber ingerido una dosis del mismo. Dentro de la sintomatología más común podemos encontrar: · Ojos llorosos y con picazón · Picazón en piel · Urticaria · Erupción cutánea · Hinchazón · Falta de aire · Sibilancia · Fiebre · Anafilaxia Y… ¿por qué una prescripción incorrecta basada en un diagnóstico temprano representaría un problema para la salud? Los antibióticos se encuentran entre los medicamentos mayormente prescritos en los entornos de atención médica, no obstante, el uso inapropiado de este tipo de fármacos trae consigo diversas de consecuencias. Es altamente probable que aquellos pacientes con alergia a la penicilina sospechada pero no verifica sean tratados con alguna alternativa como los antibióticos de amplio espectro, mismos pueden impactar en los patrones de resistencia antimicrobiana complicando el tratamiento y solución de la infección, desencadenar otros efectos adversos y ser mucho más costosos. Si un evento previo no es suficiente… ¿cómo verificar si somos o no alérgicos a la penicilina?
En aquellas personas que cuentan con un diagnóstico temprano como alérgicos a la penicilina por sospecha ante la aparición de alguno de los síntomas o signos previamente presentados, es sumamente importante realizarles un diagnóstico completo, sustentado por pruebas y exámenes adecuados para precisar el veredicto final y contribuir con prescripciones acertadas y especializadas. Aunado a un examen físico y a la revisión detallada del historial médico, así como a la posibilidad de canalizar al paciente con un especialista, algunas de las pruebas más comunes ante este tipo de sospecha son las pruebas cutáneas y/o las pruebas de provocación escalonada. FUENTES: BMJ group. 2017. Penicillin allergy-getting the label right. Drug Ther Bull. 55(3):33-36. Shenoy E.S., Macy E., Rowe T., Blumenthal K.G. 2019. Evaluation and Management of Penicillin Allergy: A Review. JAMA. 15;321(2):188-199.
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